Todos los cursos que realizamos tienen que ver con pensar y hablar, y el cuerpo se deja fuera de la ecuación. Si sabemos que la mente puede inducir cambios en el cuerpo,
¿es posible que también el cuerpo haga cambiar la mente?.
Si , pues toda experiencia vital comienza en el cuerpo .
Cuando una persona alcanza una buena relación con su cuerpo y con sus emociones, consigue tanto una mejora inmediata en su bienestar físico y psicológico, como en su rendimiento, motivación y en la posibilidad de llevar a la práctica toda su potencialidad profesional.
La clave del trabajo somático es que el movimiento tiene un significado. Es más que biomecánica. Es propósito, significado e interacción con el mundo. Tú forma de moverte, tu postura es lo que perciben los demás de ti y da información acerca de las características de tu personalidad .
Podemos cambiar si hay conciencia. Trabajar con el cuerpo es efectivo porque el cuerpo es tangible y observable.
La psicóloga americana A.Cuddy ha contribuido a divulgar el papel de la postura en el estado de animo, en los cambios hormonales y consecuentemente en nuestra comunicación y capacidad de toma de decisiones. La forma en que nos sentamos y estemos de pie cambia la forma en que pensamos, sentimos y hablamos. “La embodied cognition’ traducido como pensamiento corporal, explora la relación entre la posición de nuestro cuerpo y nuestras emociones, y nos dice con rotundidad que nuestra forma de interpretar y de sentir está muy vinculada a la postura corporal que adoptamos”.
Este curso lo hemos realizado con empresas suecas del sector de la consultora y la banca , aproximadamente unas 800 personas.
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